Story: La pluma estilográfica del rey (The King's Fountain Pen)
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“Señoras y señores del jurado, las pruebas son concluyentes.
“La señorita Ancla vio a un hombre calvo, que encajaba con la descripción del señor Gris, salir de la zona turística del palacio y robar la valiosísima pluma estilográfica del rey de su habitación privada.
“Las cámaras de seguridad captaron exactamente lo mismo. Además, la entrada de visitante del señor Gris se encontró sobre el escritorio del rey, donde se le cayó del bolsillo.
“El señor Gris ha sido un ladrón toda su vida. En la escuela, robaba comida a los otros niños. A los veinte años, robó ochenta ruedas de queso de la fábrica local. Después, se llevó todos los tarros de mermelada del supermercado. Más recientemente, el señor Gris fue sorprendido robando un lote entero de pasteles frescos de la pastelería. La pluma estilográfica del rey es el último episodio en esta trayectoria.
“Si no lo hubieran atrapado, ¿quién habría sido la siguiente víctima? Si queda en libertad, ustedes podrían ser su próximo objetivo.
“El señor Gris ha admitido que debía una gran suma de dinero a un usurero ilegal. Por tanto, su móvil es evidente. Le entregó la pluma al usurero para saldar su deuda.
“Uno de los objetos más valiosos del país está ahora vendiéndose en el mercado negro.
“Probablemente nunca recuperaremos la preciada pluma del rey. Pero podemos defender los principios de la justicia. Señoras y señores, deben declarar culpable al acusado.”
El abogado se dio la vuelta. Vestía un traje a rayas, llevaba el pelo negro engominado y una sonrisa permanente. Al sentarse, le guiñó un ojo a la abogada del señor Gris, una mujer menuda con un vestido sencillo. Ella parecía casi tan preocupada como el propio señor Gris. Ordenó sus documentos, se alisó el pelo y se puso de pie.
“Puede proceder”, dijo el juez con voz aburrida.
“Señoras y señores del jurado”, comenzó la abogada.
“El señor Gris no ha tenido suerte en la vida. Se relacionó con malas compañías, que lo atraparon en un círculo de deudas. Pero desde que salió de prisión, el señor Gris ha cambiado radicalmente su vida. Consiguió un trabajo, formó una familia y ahora colabora con la policía para llevar ante la justicia al usurero.
“La idea de que la entrada del señor Gris saltara sola de sus vaqueros es absurda. El auténtico ladrón cogió esta entrada de la papelera del exterior del palacio y la colocó sobre el escritorio.
“La señorita Ancla vio a un hombre calvo, de unos cincuenta años, alrededor de un metro ochenta, vestido con vaqueros y un jersey negro. Había docenas de visitantes aquel día con exactamente el mismo aspecto.
“La cámara de seguridad nunca muestra su rostro. Pero, ¿qué es lo que sí muestra? Una marca de nacimiento en forma de estrella sobre la oreja izquierda, que el señor Gris no tiene.
“Señoras y señores, si coinciden en que estas pruebas son contradictorias, también deben coincidir en que el señor Gris es inocente.”
Se sentó y respiró hondo. En un caso con pruebas tan contundentes en contra de su cliente, había hecho todo lo que había podido.
Poco después, el secretario del tribunal dijo en voz alta: “¡En pie!”
El juez observó la sala. El juicio había transcurrido exactamente como esperaba. Pero lo que no esperaba era que su peluca hubiese quedado atrapada entre la silla y el escritorio.
Al ponerse en pie, con su metro ochenta, la peluca resbaló de su cabeza calva. De repente, una docena de periodistas lo vieron y empezaron a fotografiar la marca de nacimiento en forma de estrella sobre su oreja izquierda.