Historia: Un Problema a Scuola (Un problema en el colegio)

Idioma Italiano – Una historia para estudiantes de italiano que hablan español
Nivel A1 (1 de 6) – Básico (Principiante) ¿Qué es esto?
  1. Intenta comprender la historia.
  2. Solo mira la traducción si te quedas atascado.
  3. ¡Compara los idiomas para aprender nuevas palabras y frases! Más información

È buio. Non c’è luna nel cielo. Due persone camminano velocemente verso la scuola. È un edificio vecchio, fatto di pietra. Sembra quasi un castello.

Está oscuro. No hay luna en el cielo. Dos personas caminan rápidamente hacia el colegio. Es un edificio antiguo hecho de piedra. Parece casi un castillo.

Si fermano all’ingresso principale.

Se paran en la entrada principal.

“La terza porta —” dice l’uomo. È spaventato. Non riesce a parlare.

“Tercera puerta —” dice el hombre. Está asustado. No puede hablar.

“Qui sei al sicuro,” dice la donna.

“Aquí estás a salvo,” dice la mujer.

L’uomo respira. “Attraversa l’atrio principale. Poi è la terza porta a sinistra.”

El hombre respira. “Ve por el pasillo principal. Luego es la tercera puerta a la izquierda.”

L’uomo le porge una torcia. “Prendi questa.” Lei la respinge.

El hombre le ofrece una linterna. “Toma esto.” Ella la aparta.

“Ma è pericoloso, signorina Acciaio! La persona che è venuta prima…”

“¡Pero es peligroso, señorita Acero! La persona anterior que…”

“Non posso usarla. Nella mia professione, Preside… devo lavorare al buio. I miei… strumenti… sono nella mia borsa.”

“No puedo usarla. En mi profesión, director… debo trabajar en la oscuridad. Mis… herramientas… están en mi bolso.”

Il viso dell’uomo è pallido. “Non voglio sapere cosa c’è lì dentro,” dice. “Per favore, risolvi solo il nostro… problema.”

La cara del hombre está pálida. “No quiero saber lo que hay ahí dentro,” dice. “Por favor, solo resuelve nuestro… problema.”

“Assicurati solo che il secondo pagamento arrivi in tempo,” dice la signorina Acciaio. Poi entra nella scuola. La porta si chiude rumorosamente dietro di lei.

“Solo envía el segundo pago a tiempo,” dice la señorita Acero. Luego entra en el colegio. La puerta se cierra de golpe detrás de ella.

Non c’è alcuna luce. Non riesce a vedere niente. Tocca le pareti con le mani. La pietra è fredda.

No hay nada de luz. No puede ver nada. Toca las paredes con las manos. La piedra está fría.

Cammina in avanti. I suoi passi sono rumorosi. Sono l’unico suono. Tiene la sua borsa stretta al petto.

Camina hacia delante. Sus pasos se escuchan fuertes. Son el único sonido. Sostiene su bolso cerca del pecho.

Dall’altra parte dell’atrio principale, c’è un corridoio lungo e stretto. Ci sono molte porte alla sua sinistra e destra. Conta le porte. Una, due, tre. Si ferma. Trattiene il respiro.

Al otro lado del pasillo principal, hay un pasillo largo y estrecho. Hay muchas puertas a su izquierda y derecha. Cuenta las puertas. Una, dos, tres. Se para. Aguanta la respiración.

Sotto la terza porta, può vedere un po’ di luce. La luce è molto fioca, con un pallido colore viola. Ascolta. C’è un suono di ticchettio e graffi.

Debajo de la tercera puerta, puede ver algo de luz. La luz es muy tenue, con un color púrpura pálido. Escucha. Suena algo que da golpecitos y raspa.

Entra nella stanza. La porta scricchiola rumorosamente. La stanza è grande, con molti tavoli e sedie.

Entra en el aula. La puerta cruje con fuerza. La sala es grande, con muchas mesas y sillas.

Un ragazzino è seduto su una delle sedie. La luce viola proviene da lui.

Un niño pequeño está sentado en una de las sillas. La luz púrpura viene de él.

Lentamente, la signorina Acciaio si avvicina. Si ferma dietro al ragazzino. Lui sta scrivendo su una lavagna con un pezzo di gesso. Può vedere la scritta bianca attraverso la schiena del ragazzino.

Lentamente, la señorita Acero se acerca. Se queda de pie detrás del niño. Él está escribiendo en una pizarra con un trozo de tiza. Puede ver la escritura blanca a través de la espalda del niño.

Ha bisogno di avvicinarsi di più.

Necesita estar más cerca.

“Posso sedermi con te?” chiede tranquillamente.

“¿Puedo sentarme contigo?” pregunta en voz baja.

Il ragazzino non risponde. Il gesso ticchetta e graffia. Lentamente, la signorina Acciaio si siede. Il ragazzino è molto freddo. Lei può sentirlo.

El niño no responde. La tiza da golpecitos y raspa. Lentamente, la señorita Acero se sienta. El niño está muy frío. Puede sentirlo.

“Sei un’altra ammazza fantasmi?” dice improvvisamente il ragazzino. “Posso farti del male anche io.”

“¿Eres otra cazafantasmas?” dice el niño de repente. “Yo también puedo hacerte daño.”

“Non voglio farti del male,” dice subito la signorina Acciaio. Troppo in fretta.

“No quiero hacerte daño,” dice la señorita Acero rápidamente. Demasiado rápidamente.

“Cinquecentodiciassettemila… duecentoquarantasei,” dice il ragazzino. Sta guardando la lavagna. Ci sono numeri dappertutto. “Diviso quarantaduemila… ottocentododici…”

“Quinientos diecisiete mil, doscientos cuarenta y seis,” dice el niño. Está mirando la pizarra. Hay números por todas partes. “Dividido entre cuarenta y dos mil ochocientos doce…”

“Stai… facendo matematica?”

“¿Estás… haciendo matemáticas?”

“Sono pessimo in matematica!” grida il ragazzino. “Allora il professore mi ha punito. Mi ha dato questo problema. Ha detto: ‘Non puoi andartene finché non lo risolvi!’ Cinquecentodiciassettemila…”

“¡Soy malo en matemáticas!” grita el niño. “Así que el profesor me castigó. Me dio este problema. Dijo: ‘¡No puedes irte hasta que lo resuelvas!’ Quinientos diecisiete mil…”

“E stai ancora provando? Da quanto tempo…?”

“¿Y todavía lo intentas? ¿Cuánto tiempo…?”

“Non lo so… la candela è ancora… oh… dov’è la candela?”

“No lo sé… la vela aún está… oh… ¿dónde está la vela?”

Il ragazzino cerca la candela con lo sguardo. Non sta guardando la signorina Acciaio.

El niño mira a su alrededor buscando la vela. No está mirando a la señorita Acero.

Silenziosamente, la signorina Acciaio apre la sua borsa. Osservando il ragazzino, cerca dentro la borsa. Lentamente, tira fuori un piccolo oggetto nero. Lo mette sul tavolo.

En silencio, la señorita Acero abre su bolso. Observando al niño, busca dentro de su bolso. Lentamente, saca un objeto pequeño y negro. Lo pone sobre la mesa.

“Cos’è quello?” dice improvvisamente il ragazzino.

“¿Qué es eso?” dice el niño de repente.

“Si chiama calcolatrice.”

“Se llama calculadora.”

Los nombres en nuestras historias se cambian, en lugar de traducirse, entre versiones de diferentes idiomas. Más información