Historia: A Terra da Chuva Eterna (La tierra de la lluvia eterna)
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Anos atrás, em uma pequena cidade, havia uma bruxa. A bruxa fazia chover todo dia. Na primavera, no verão, outono e inverno: chuva, chuva, chuva, neve.
Hace años, en un pequeño pueblo, había una bruja. La bruja hacía que lloviera todos los días. En primavera, verano, otoño e invierno: lluvia, lluvia, lluvia, nieve.
Um dia, uma órfã chamada Beatriz foi até a prefeitura. Era um prédio grande e bonito. Ela foi construída quando Beatriz era bebê.
Un día, una huérfana llamada Beatriz fue al Ayuntamiento. Era un edificio grande y bonito. Lo construyeron cuando Beatriz era un bebé.
Beatriz disse: “Quero encontrar a bruxa. Ela tem que parar a chuva.”
Beatriz dijo: “Quiero encontrar a la bruja. Tiene que detener la lluvia.”
Havia sete homens na frente dela. Eles eram os líderes da cidade.
Había siete hombres frente a ella. Eran los líderes del pueblo.
“Vai brincar lá fora,” disse o homem mais velho.
“Ve a jugar fuera”, dijo el hombre más viejo.
“Está muito molhado,” disse Beatriz.
“Está demasiado mojado”, dijo Beatriz.
“Então fique no lado de dentro,” disse o homem velho.
“Entonces quédate dentro”, dijo el hombre mayor.
“Quero ajudar a cidade.”
“Quiero ayudar al pueblo.”
O homem velho riu. “Você não pode ajudar. Chove por causa de uma bruxa malvada. Tentamos matá-la. Nós falhamos, e somos homens. Você é uma garotinha.”
El hombre mayor se rió. “No puedes ayudar. Llueve por culpa de una bruja malvada. Intentamos matarla. Fracasamos… y nosotros somos hombres. Tú eres solo una niña pequeña.”
As pedras estavam molhadas. Era difícil subir a montanha. Beatriz subiu por horas. No topo, não estava chovendo. Estava escuro agora, mas ela viu o castelo da bruxa.
Las rocas estaban mojadas. Era difícil subir la montaña. Beatriz escaló durante horas. En la cima no llovía. Ya era de noche, pero vio el castillo de la bruja.
Ela bateu à porta. A bruxa abriu a porta.
Llamó a la puerta. La bruja abrió.
“Entre, está frio aí fora!” disse a bruxa.
“¡Entra, que hace frío fuera!”, dijo la bruja.
Beatriz entrou. Havia uma lareira. O castelo era quente e aconchegante. A bruxa deu a ela uma xícara de chá e alguns bolinhos quentes. Beatriz agradeceu.
Beatriz entró. Había un fuego encendido. El castillo era cálido y acogedor. La bruja le dio una taza de té y unas tortitas calientes. Beatriz dio las gracias.
Quando Beatriz estava seca, ela disse, “Por favor, pare a chuva.”
Cuando Beatriz se secó, dijo: “Por favor, deja de hacer que llueva.”
“Você sabe por que eu fiz chover?” perguntou a bruxa.
“¿Sabes por qué hice que lloviera?”, preguntó la bruja.
“Disseram que você é má.”
“Dicen que eres malvada.”
A bruxa riu.
La bruja se rió.
“Anos atrás, as bruxas viviam na cidade com as pessoas, você sabia disso?”
“Hace años, las brujas vivían en el pueblo con la gente, ¿lo sabías?”
“Não.”
“No.”
“Todos gostavam de nós. A gente usava nossa magia para ajudar a cidade. Mas um dia, as pessoas começaram a dizer que a magia era do mal. De repente, ninguém mais gostava de nós.
“A todos les gustábamos. Usábamos nuestra magia para ayudar al pueblo. Pero un día, la gente empezó a decir que la magia era malvada. De repente, ya nadie nos quería.
“Eles disseram para a gente ir para a prefeitura. Eu não fui. Mas as outras bruxas foram para lá. Elas entraram. A prefeitura estava vazia. As pessoas fecharam as portas e botaram fogo no prédio.
“Nos dijeron que fuéramos al Ayuntamiento. Yo no fui. Pero las otras brujas fueron allí. Entraron. El Ayuntamiento estaba vacío. La gente cerró las puertas y prendió fuego al edificio.
“Eu usei magia para fazer chover. Mas ela estava muito devagar. O fogo queimou a prefeitura. Não sobrou nada.”
“Usé mi magia para hacer que lloviera. Pero fue demasiado lento. El fuego quemó el Ayuntamiento. No quedó nada.”
A bruxa olhou para Beatriz.
La bruja miró a Beatriz.
“Desculpe, querida. Você está chateada.”
“Lo siento, querida. Estás disgustada.”
“Estou bem,” disse Beatriz. Ela estava chorando.
“Estoy bien”, dijo Beatriz. Estaba llorando.
“Por favor, não chore, querida. Quero te ajudar. Vou fazer qualquer coisa que você pedir.”
“No llores, por favor, querida. Quiero ayudarte. Haré lo que me pidas.”
“Posso ficar com você?” Beatriz perguntou. “E, por favor, não pare a chuva.”
“¿Puedo quedarme contigo?”, preguntó Beatriz. “Y, por favor, no dejes de hacer que llueva.”
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Portugués brasileño
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