Historia: Unter dem Bett (Debajo de la cama)

Idioma Alemán – Una historia para estudiantes de alemán que hablan español
Nivel B1 (3 de 6) – Intermedio (Funcional) ¿Qué es esto?
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„Süße Träume, Liebling“, sagte Dorotheas Mutter. Sie machte das Licht aus und schloss die Tür.

“Dulces sueños, cariño”, dijo la madre de Dorotea. Apagó la luz y cerró la puerta.

Dorothea fühlte sich sicher. Ihr Kissen war weich und ihre Bettdecke war dick und warm. Um ihr Bett herum lagen ihre Lieblingsspielzeuge: viele verschiedene Arten von Flugzeugen. Es war ihr Traum, Pilotin zu werden.

Dorotea se sentía segura. Su almohada era suave y su edredón, grueso y cálido. Alrededor de su cama estaban sus juguetes favoritos: muchos tipos diferentes de aviones. Su sueño era convertirse en piloto.

Sie schloss die Augen, dann öffnete sie sie wieder. Sie hatte ein Geräusch unter ihrem Bett gehört.

Cerró los ojos, luego los abrió otra vez. Había escuchado un ruido debajo de su cama.

Sie glaubte nicht an Monster. Also stieg sie aus dem Bett und schaute darunter. Zwei große weiße Augen blickten sie an.

Ella no creía en monstruos. Así que se levantó de la cama y miró debajo. Allí había dos grandes ojos blancos que la miraban.

Dorothea schnappte nach Luft. Das Monster machte ein quietschendes Geräusch und rannte zum Fenster. Dorothea konnte es im Mondlicht sehen. Es sah aus wie ein großer Haarball mit zwei leuchtenden Augen.

Dorotea ahogó un grito. El monstruo hizo un ruido chirriante y corrió hacia la ventana. Dorotea pudo verlo a la luz de la luna. Parecía una gran bola de pelo con dos ojos brillantes.

„Hab keine Angst“, sagte Dorothea. „Ich bin ein Mensch. Was bist du?“

“No tengas miedo”, dijo Dorotea. “Soy una humana. ¿Qué eres tú?”

„Ich weiß nicht, was ich bin“, sagte das Monster. Es hatte eine quietschende Stimme. „Ich lebe unter Betten. Alle haben Angst vor mir. Wenn mich jemand entdeckt, muss ich mir ein neues Bett suchen.“

“No sé lo que soy”, dijo el monstruo. Tenía una voz aguda. “Vivo debajo de las camas. Todos me tienen miedo. Cuando alguien me descubre, tengo que buscar una nueva cama”.

„Du kannst unter meinem Bett wohnen“, sagte Dorothea. „Hast du Hunger? Was isst du?“

“Puedes vivir debajo de mi cama”, dijo Dorotea. “¿Tienes hambre? ¿Qué comes?”

„Staub, Haare, Fingernägel …“

“Polvo, pelo, uñas…”

„Iiiih!“ kicherte Dorothea.

“¡Puaj!” Dorotea soltó una risita.

„Spinnen, Fliegen“, fuhr das Monster fort und kicherte ebenfalls. „Kellerasseln, Ameisen …“

“Arañas, moscas”, continuó el monstruo, riéndose también. “Cochinillas, hormigas…”

„Hör auf!“ lachte Dorothea.

“¡Para ya!” Dorotea se rio.

„Mit wem redest du da?“ rief Dorotheas Mutter.

“¿Con quién estás hablando?” preguntó la madre de Dorotea.

„Ich habe nur geträumt!“ rief Dorothea zurück. Sie und das Monster konnten nicht aufhören zu lachen.

“¡Estaba soñando!” gritó Dorotea. El monstruo y ella no podían parar de reír.

Zwanzig Jahre später lehnte sich Dorothea in ihrem Sitz zurück. Es war ein schöner Tag. Es gab viele Wolken, aber Dorothea konnte die Sonne auf ihrer Haut spüren, denn sie war über den Wolken.

Veinte años después, Dorotea se hallaba relajada en su asiento. Hacía un día precioso. Había muchas nubes, pero Dorotea podía sentir el sol en la piel, porque estaba por encima de ellas.

„Alle Systeme sind normal“, sagte sie zum Co-Piloten. „Wir sind auf Kurs und werden pünktlich ankommen.“

“Todos los sistemas funcionan con normalidad”, le dijo al copiloto. “Estamos en ruta y llegaremos puntuales”.

„Es wurden keine Stürme gemeldet“, sagte der Co-Pilot. „Das wird ein einfacher, normaler Flug. Oh mein Gott, was ist das?“

“No se han reportado tormentas”, dijo el copiloto. “Será un vuelo fácil y normal. ¡Dios mío, ¿qué es eso?!”

Dorotheas Monster war auf ihren Schoß gesprungen.

El monstruo de Dorotea había saltado a su regazo.

„Zurück in meine Tasche!“ sagte Dorothea schnell.

“¡Vuelve a mi bolso!” dijo Dorotea rápidamente.

„Aber ich vermisse dich!“ quietschte das Monster.

“¡Pero te echo de menos!” chilló el monstruo.

„Husch!“ Das Monster sprang zurück hinein.

“¡Fuera!” El monstruo saltó de nuevo dentro.

„War das eine Katze? Du darfst dein Haustier nicht mit ins Cockpit bringen!“

“¿Era un gato? ¡No puedes traer tu mascota a la cabina!”

„Du bildest dir was ein“, sagte Dorothea. „Ich habe nichts gesehen.“

“Te lo estás imaginando”, dijo Dorotea. “Yo no he visto nada”.

„Das ist sehr ernst“, sagte der Co-Pilot. Er rief die leitende Flugbegleiterin, und sie kam ins Cockpit. „Bitte schauen Sie in Dorotheas Tasche.“

“Esto es muy serio”, dijo el copiloto. Llamó a la azafata principal, quien acudió a la cabina. “Por favor, mire en el bolso de Dorotea”.

Kaum hatte die Flugbegleiterin die Tasche geöffnet, sprang das Monster heraus. Die Flugbegleiterin schrie, und der Co-Pilot stand von seinem Sitz auf. Er versuchte, das Monster zu fangen, aber es hüpfte überall im Cockpit herum.

Tan pronto como la azafata abrió el bolso, el monstruo saltó fuera. La azafata gritó, y el copiloto se levantó de su asiento. Intentó atraparlo, pero este rebotó por toda la cabina.

„Lasst es in Ruhe!“ rief Dorothea.

“¡Déjalo en paz!” gritó Dorotea.

Die Flugbegleiterin versuchte, es zu treten, traf aber versehentlich Dorotheas Steuerung. Das Flugzeug beschleunigte.

La azafata intentó darle una patada, pero sin querer golpeó los controles de Dorotea. El avión aceleró.

„STOPP!“ rief Dorothea.

“¡PARAD!” gritó Dorotea.

Sie packte das Monster und setzte es sich auf den Kopf.

Agarró al monstruo y se lo puso en la cabeza.

„Ihr Idioten!“ rief Dorothea. „Ihr greift meine Perücke an!“

“¡Idiotas!” gritó Dorotea. “¡Estáis atacando a mi peluca!”

„Deine Perücke?“ rief die Flugbegleiterin. „Aber sie ist gesprungen!“

“¿Tu peluca?” gritó la azafata. “¡Pero estaba saltando!”

„Es ist eine elastische Perücke!“ sagte Dorothea und dachte schnell. „Sie hat eine Gummibasis. Deshalb klebt sie an meinem Kopf.“

“¡Es una peluca elástica!” dijo Dorotea, pensando rápidamente. “Tiene una base de goma. Así se pega a mi cabeza”.

„Aber du brauchst keine Perücke!“ sagte der Co-Pilot. „Du hast doch genug Haare!“

“¡Pero tú no necesitas una peluca!” dijo el copiloto. “¡Tienes mucho pelo!”

„Ich will meine Frisur ändern. Brauche ich dafür deine Erlaubnis?“

“Quiero cambiar mi peinado. ¿Necesito tu permiso acaso?”

Der Co-Pilot setzte sich wieder. Die Flugbegleiterin setzte ihren Hut wieder auf. Später fragte sie sich: Hatte die Perücke der Pilotin Augen?

El copiloto volvió a su asiento. La azafata volvió a ponerse el sombrero. Más tarde se preguntó: ¿La peluca de la piloto tenía ojos?

Fünfzig Jahre später legte sich Dorothea ins Bett und unter ihre warme Decke. Sie las noch eine Weile in einem Buch. Es war eines ihrer Lieblingsbücher, über das Reisen in der Welt. Schließlich legte sie das Buch weg. Das Haus war sehr still.

Cincuenta años después, Dorotea se metió en la cama bajo su cálido edredón. Leyó un libro durante un rato. Era uno de sus favoritos, sobre viajar por el mundo. Finalmente, dejó el libro. La casa estaba muy silenciosa.

„Gute Nacht“, sagte sie.

“Buenas noches”, dijo.

Langsam kam das Monster unter dem Bett hervor. Es setzte sich auf ihren Schoß. All seine Haare waren grau. Dorothea streichelte es.

Lentamente, el monstruo salió de debajo de la cama. Se sentó en su regazo. Todo su pelo era gris. Dorotea lo acarició.

„Süße Träume, Dorothea“, krächzte das Monster. Es kroch zurück unter das Bett, und Dorothea machte das Licht aus.

“Dulces sueños, Dorotea”, dijo el monstruo con voz ronca. Volvió debajo de su cama, y Dorotea apagó la luz.