Historia: Dieux et Gladiateurs (Dioses y gladiadores)

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Les gladiateurs étaient prêts à se battre. L’un était un grand homme avec de gros muscles. L’autre était maigre et petit.
Los gladiadores estaban preparados para luchar. Uno era un hombre grande y musculoso. El otro era flaco y bajo.
“Je parie dix pièces d’or que l’homme fort va gagner,” a dit le maître de Lucia.
“Apuesto diez monedas de oro a que gana el hombretón”, dijo el amo de Lucía.
“Non, maître !” a chuchoté Lucia.
“¡No, amo!”, susurró Lucía.
Le maître l’a giflée. “Ne me dérange pas quand je joue,” a-t-il rétorqué.
El amo la abofeteó. “No me molestes cuando estoy apostando”, replicó bruscamente.
“Tu es très dur avec tes esclaves,” a dit l’ami du maître.
“Eres muy duro con tus esclavos”, dijo el amigo del amo.
“Ça les fait travailler vite. Pas comme tes esclaves, qui sourient toute la journée.”
“Así trabajan rápido. No como tus esclavos, que sonríen todo el día.”
Dix minutes plus tard, la foule acclamait. Le gladiateur maigre saignait, mais il a quitté l’arène en trottinant.
Diez minutos después, la multitud aplaudía. El gladiador flaco estaba sangrando, pero salió corriendo de la arena.
“Pas de chance,” a dit l’ami du maître avec sympathie.
“Mala suerte”, dijo el amigo del amo con simpatía.
Le maître est resté silencieux en donnant les pièces à son ami, une par une.
El amo permaneció en silencio mientras entregaba las monedas a su amigo, una por una.
De retour à la maison, le maître a attrapé Lucia. “Tu savais quel gladiateur allait gagner. Dis-moi comment !”
En casa, el amo agarró a Lucía. “Tú sabías qué gladiador iba a ganar. ¡Dime cómo!”
Deux jours plus tôt, à minuit, le dieu Apollon avait rendu visite à Lucia. Il lui avait offert un choix : obtenir la capacité de voir ce qui allait se passer, mais perdre la capacité de mentir. Ainsi, elle devait tout dire à son maître.
Dos días antes, a medianoche, el dios Apolo había visitado a Lucía. Le había ofrecido una opción: obtener la capacidad de ver el futuro, pero perder la capacidad de mentir. Así que tuvo que contarle todo a su amo.
“J’utiliserai le don d’Apollon pour vous plaire,” a-t-elle dit. “C’est tout ce que je veux.”
“Usaré el don de Apolo para complacerte”, dijo ella. “Es lo único que deseo.”
“Si tu l’utilises pour aider qui que ce soit d’autre, Lucia,” a dit le maître, “je te tuerai. Compris ?”
“Si lo usas para ayudar a cualquier otro, Lucía”, dijo el amo, “te mataré. ¿Entendido?”
Une semaine plus tard, le maître a rencontré à nouveau son ami. “Jouons pour vingt pièces d’or aujourd’hui,” a dit le maître. “Je parie sur le gros.”
Una semana después, el amo volvió a encontrarse con su amigo. “Hoy juguemos por veinte monedas de oro”, dijo el amo. “Apuesto por el tipo gordo.”
Lucia a toussé bruyamment.
Lucía tosió con fuerza.
“En fait, j’aime bien le grand,” a dit le maître. “Il me ressemble.”
“En realidad, prefiero al alto”, dijo el amo. “Se parece a mí.”
“D’accord,” a dit son ami, “mais qu’est-il arrivé à ton esclave ? Elle est couverte de bleus !”
“Está bien”, dijo su amigo, “pero ¿qué le pasó a tu esclava? ¡Está llena de moratones!”
“Ça ne te regarde pas,” a rétorqué le maître. “Veux-tu parier ?” Ils se sont serré la main.
“Eso no es asunto tuyo”, replicó bruscamente el amo. “¿Quieres jugar?” Se dieron la mano.
Après un combat horrible, le maître a ri de son ami. “Tu devrais perdre plus souvent,” a dit le maître. “Je t’apprécie plus quand tu perds !”
Tras una lucha horrible, el amo se rio de su amigo. “Deberías perder más a menudo”, dijo el amo. “¡Me caes mejor cuando pierdes!”
Au cours des mois suivants, la richesse du maître a doublé puis triplé. Et bien qu’il puisse gagner partout, il adorait surtout battre son ami. Chaque semaine, il insistait pour un pari plus gros. Peu à peu, l’ami du maître a perdu une fortune.
Durante los meses siguientes, la riqueza del amo se duplicó y triplicó. Y aunque podía ganar en cualquier lugar, lo que más disfrutaba era ganar contra su amigo. Cada semana, insistía en subir la apuesta. Poco a poco, su amigo perdió una fortuna.
Un soir, lors d’un banquet chez le maître, Lucia lui a offert un grand plat rempli de délicatesses qu’elle avait préparées.
Una noche, durante un banquete en casa del amo, Lucía le ofreció un gran plato lleno de exquisiteces que ella misma había preparado.
“Qu’est-ce que c’est ?” a-t-il demandé.
“¿Qué es esto?”, preguntó él.
“Abricots en compote, pain tout juste sorti du four, olives farcies —”
“Albaricoques guisados, pan recién horneado, aceitunas rellenas…”
Le maître l’a giflée. “Je ne suis pas aveugle. À quoi sert ce couteau ? Je suis un homme important maintenant. Tu t’attends à ce que je tranche le pain moi-même ?”
El amo la abofeteó. “No estoy ciego. ¿Para qué es este cuchillo? Ahora soy un hombre importante. ¿Pretendes que corte yo mismo el pan?”
Il l’a repoussée, et elle a trébuché. Le plat est tombé. Lucia s’est cognée la tête contre le sol.
La empujó, y ella tropezó. El plato cayó al suelo. Lucía se golpeó la cabeza contra el suelo.
À ce moment-là, la porte s’est ouverte brusquement. L’ami du maître a fait irruption dans la pièce.
En ese momento, la puerta se abrió bruscamente. El amigo del amo entró corriendo en la habitación.
“Tricheur !” a crié l’ami. “Je croyais que tu étais chanceux. Mais tu n’as aucun honneur !”
“¡Tramposo!”, gritó el amigo. “Creía que tenías suerte, ¡pero no tienes honor!”
Le maître s’est levé. “Tu n’étais pas invité ! Comment oses-tu m’insulter devant les invités !”
El amo se levantó. “¡Tú no estabas invitado! ¿Cómo te atreves a insultarme delante de mis invitados?”
“En fait, je suis venu pour jouer avec toi. Veux-tu parier ? Si je gagne, je prendrai ce que tu me dois. Si tu gagnes, tu prendras ma maison, tout ce qu’elle contient, et le reste de mon argent.”
“De hecho, he venido a apostar contigo. ¿Quieres jugar? Si gano, tomaré lo que me debes. Si ganas tú, te quedarás con mi casa, todo lo que hay en ella y el resto de mi dinero.”
Les yeux du maître se sont écarquillés. “Et le jeu ?”
Los ojos del amo se abrieron como platos. “¿Y el juego?”
“Combat à mort ! Tout de suite ! Les dieux protégeront l’homme qui a le plus d’honneur.”
“¡Lucha conmigo hasta la muerte! ¡Ahora mismo! Los dioses protegerán al hombre que tenga más honor.”
Le maître a éclaté de rire. Son ami était plus petit, plus faible et beaucoup plus âgé.
El amo se rio con fuerza. Su amigo era más pequeño, más débil y mucho mayor.
“Lucia, viens ici,” a dit le maître.
“Lucía, ven aquí”, dijo el amo.
Lucia est venue rapidement. Son oreille saignait.
Lucía acudió rápidamente. Tenía la oreja sangrando.
“Je vais le tuer rapidement, n’est-ce pas ?” a-t-il murmuré.
“Lo mataré rápidamente, ¿verdad?”, susurró él.
Lucia a regardé l’ami de son maître. L’ami l’a regardée. Il a vu qu’elle saignait. Ses yeux étaient remplis de compassion.
Lucía miró al amigo de su amo. El amigo la miró a ella. Vio que estaba sangrando. Sus ojos estaban llenos de compasión.
Lucia a vu ce qui allait se passer.
Lucía vio lo que iba a pasar.
“Comment ose-t-il vous insulter,” a-t-elle dit prudemment. “Le combat durera moins d’une minute… Ensuite… tout le monde félicitera mon maître. Ils l’appelleront un homme d’honneur. Et demain, je sourirai toute la journée.”
“Cómo se atreve a insultarte”, dijo ella con cuidado. “La lucha durará menos de un minuto… Después… todos felicitarán a mi amo. Lo llamarán un hombre de honor. Y mañana, yo sonreiré todo el día.”